martes, 28 de junio de 2011

Obra Pictórica





Cortísimos

ATEO
No existe dios. ¡Lo juro por Dios!

LITERARIA
El escritor justificaba su falta de talento en la incomprensión de quienes lo leían.

INCONTROLABLE
El dipsómano se cosió los labios para dejar de beber ¡pero aprendió a inyectarse! 

ANTILOBO
Práctico, el último de los tres cochinitos, escondió en su ropero el arma que le dio el triunfo: su título de arquitecto.

LA ARTIFICIOSA
La muñeca fea fue a la estética, la transformaron y nunca más se escondió en los rincones.

LA REALIDAD
El chorrito de la fuente no se hacía grandote, se hacia chiquito: se secaba.

BIATRIZINA
¿Por qué no la deje en el infierno?
-concluyó Dante, el esposo, en sus bodas de plata.

REFRAN
Vi volar un ciento de pájaros en el cielo.
Uno, atrapó mi mano y dijo:
-Vale más una mano que cien manos, tratando de atrapar una parvada.

PARADOJA
La medicina de Esculapio revivió muertos, pero le causó la muerte.

LOTINA 
-¿De dónde proviene la sal?
-De la curiosidad de quien miró hacia atrás.

QUIJOTESCA
-Burdo sancho que temes nimiedades y te alejas cuando puedes gozar de los placeres.
-El que se quema con leche hasta al jocoque le sopla.

LA RESPUESTA
El anciano le dijo al niño:
-Cuando crezcas lo sabrás.
El niño creció y, anciano, le dijo al niño:
-Cuando crezcas lo sabrás.


EL ORDEN
La tarde no quería ser tarde y la aurora tampoco quería se.
La noche odiaba ser noche y el día negaba ser día.
Dilema que Dios resolvió.
-Hágase la tarde, hágase la aurora, hágase el día, hágase la noche. 
Mandato de Dios.

LA DIFERENCIA
La RANA le dijo al sapo:
-que feo eres, tienes la piel arrugada y los ojos saltones, las patas gordas y tu croar es desafinado.
Y el sapo le dijo:
-Pero canto.

EL PARADIGMA
EL FLOJO justificó su indolencia cuando supo la efímera vida de la mariposa y la longevidad de la tortuga.

EL MASOQUISTA
¿Por qué tenemos sólo dos? Dijo con rabia el hombre cuando sintió el segundo golpe en la otra mejilla.

LA SENTENCIA
LA AGUJA invidente mendingaba en el mercado:
-Una limosnita, por el amor de Dios, para este ojo ciego por donde pasó fácilmente un camello.

DALTONICA
LAS UVAS de vid eran rojas, maduras, pero la zorra de la fábula las vio verdes y prosiguió su camino.

EL FILÓSOFO
NO ME des un pez para comer hoy. Enséñame a pescar para que mi alimento sea eterno –le dijo el pescador.
Y el hombre lo arrojo al mar. 

PRINCIPESCA
POBRE DE la Cenicienta a quien le faltaba el pie cuyo zapato nunca perdió.

EL INFECCIOSO HIDALGO
En un lugar de mi panza de cuyo nombre no quiero acordarme, ha mucho tiempo nació un microbio, de esos que matan al hombre.