domingo, 8 de mayo de 2011

EL REGALO



Cuando nació mi nieto, busqué en un cajón donde guardo mis pensamientos, mis ideas; una que otra ternura que ha gastado el uso, un impulso aquí, un enojo allá; confundido todo con pedazos de risas y lagrimas embebidas en una tela suave, de terciopelo rojo. Ahí busqué una piedrita mágica que a veces aparece de cuando en cuando, en cajones olvidados. Pensé hacer con la piedrita un amuleto que pudiera llevar el niño en la muñeca, en el cuello, en el dedo, para que lo cuidara de maleficios y peligros; para que le evitara cualquier mal, cualquier daño. Y creciera feliz y sano.

Pero no encontré la piedrita mágica; en cambio, untada en el fondo del cajón, encontré un pedacito de mi alma, casi invisible, que una vez rasgué por descuido. Y, sin que nadie me viera, se lo dejé en las manos para sentir siempre la caricia de mi nieto en lo más profundo de mí ser.


El dia de un niño / 1992
Plumón sobre papel / 33x21 cm 

1 comentario:

  1. Muy, muy hermoso. no lo conocía.
    Roberto: Ayer te fui a ver. No para decirte Adiós. Fui a decirte "Espérame tantito, más temprano que tarde estaré contigo, para seguir platicando sobre tantas y tantas cosas que compartimos y dejamos pendientes".
    Como siempre ¡un abrazo!
    jAVIER

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